Para esta abstracción se han escogido tonos marrones, como los que nos podemos encontrar en el interior del edificio. La figura dominante es la evocación de la planta del edificio, con dos franjas casi paralelas conectadas por un cuerpo. En estas franjas aparecen a su vez una sucesión de tiras, haciendo alusión a las columnas que rodean el patio. Las sombras que en este espacio quedan presentes se han realizado con un marrón más oscuro, creando una textura que nos lleva a pensar en las maderas que encontramos en el interior del edificio. La zona derecha se ha querido representar una zona sombría, como es esa frondosa entrada escondida, utilizando para ello una transparencia de un marrón oscuro, que a su vez define la fachada que allí encontramos. En la zona superior izquierda se asoma una perspectiva de uno de los elementos principales del edificio de Siza: el cubo. Su parte sombría, junto con el suelo y las franjas antes comentadas, nos definen a su vez la visión cónica que vemos desde el interior del edificio al pasillo de columnas del patio.
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